¡Lo lograste! Aquí tienes el check de la catástrofe.

Más abajo tienes el botón para la descarga.

Haz clic en él y guárdala bien.

¡Ojo! Tienes el PDF. Pero la verdadera guerra empieza ahora.

Léelo con calma. Es corto y va directo al grano, sin paja.

Pero mira…

El PDF te da el diagnóstico (la improvisación, el estancamiento, el riesgo de lesión). Te dice que estás haciendo algo mal.

El PDF, sin embargo, no es la solución completa. Es solo un aviso de peligro.


La mayoría de los corredores populares que leen ese check-list se dan cuenta de que están entrenando como pollos sin cabeza y van directos a la frustración.

Si ese es tu caso (y apuesto a que lo es), tengo una pregunta para ti, sin trampa ni cartón:

¿Qué vas a hacer ahora que sabes la verdad?

Puedes seguir en el bucle, claro. O puedes aplicar el antídoto.

Mañana por la mañana te enviaré un email. Te voy a contar una historia real sobre cómo mi propia pereza y desorden me llevaron al peor estancamiento de mis 30 años como corredor. Y te mostraré la herramienta física que usé para salir de ese agujero de mediocridad.

No es un truco. Es orden brutal.

Así que…

  1. Descarga tu Check-List. (Y léelo, que no es un catálogo).
  2. Revisa tu email mañana. No lo ignores. Te interesa.

Yo no soy el típico gurú del running que te vende zapatillas. Yo te vendo ORDEN. Y eso es lo que da dinero y evita lesiones.



P.D. Pronto te explicaré por qué la herramienta más simple y fea es la única que funciona para que un corredor popular deje de perder el tiempo y empiece a mejorar de verdad.


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